En Estados Unidos los ex presidentes históricamente no intervenían en política, su retiro de la vida pública se cumplía a cabalidad, pero Bill Clinton y Barack Obama son la excepción de la regla, el antecesor de Donald Trump salió de su retiro para acompañar a su partido, el demócrata en las elecciones legislativas de este 6 de noviembre en la lucha por derrotar a los republicanos y lograr la mayoría en el Congreso.
Las encuestas de los últimos días le dan mayoría a los demócratas con 54% y a los republicanos 46%, lo que implicaría un cambio en la conformación del congreso con una nueva mayoría, que podría abrir la posibilidad de que a Trump se le haga un juicio político y que con los votos demócratas logren sacarlo de la Casa Blanca
¿Que elige Estados Unidos este primer martes de noviembre?
A 435 Representantes a la Cámara, para un periodo de dos años, a 35 Senadores, un tercio de los 100 escaños que tiene, para un mandato de seis años, a 36 gobernadores y cientos de cargos públicos estatales y municipales.
La pugna por la Cámara baja se concentra en 60 circunscripciones pues las restantes tienen definido cuál es el partido que siempre gana y en el Senado la situación es favorable para los republicanos porque los 35 escaños corresponden a zonas conservadoras que difícilmente podrán conquistar los liberales.
¿Cómo están las fuerzas en el congreso actual?
El partido Republicano controla tanto la Cámara de Representantes con 237 de las 435 curules, como el Senado con 51 asientos de los 100 y también es mayoría en las gobernaciones con 33 de los 50 estados, en ellas los demócratas podrían lograr ganar entre seis y nueve.
Estas elecciones se han convertido en una especie de referendo para medir la aceptación o no de la administración de Donald Trump por parte del pueblo estadounidense y se prevé que el abstencionismo típico de esta jornada electoral no será tan alto pues ya cerca de 32 millones han votado muy temprano por correo, superando cifras de elecciones anteriores.
El presidente está afinando su discurso para convencer a los electores diciéndoles: “Una ola azul (demócrata) equivale a una ola criminal, es muy simple” y agrega “Una ola roja (republicana) equivale a empleos y seguridad”, para referirse a su partido, el Republicano.
Por su parte el expresidente Obama ha recorrido varios estados y en su discurso pide que voten este martes.
“Las consecuencias de la abstención son profundas, ya que Estados Unidos se encuentra en una encrucijada”
En una clara referencia a Trump, pero sin nombrarlo, señala que hay un discurso que “intenta generar miedo” y añade que los valores del país están en juego.
El presidente de Estados Unidos recorrió el país y este fin de semana previo a la votación de las elecciones ‘intermedias’ como las llaman en ese país, cerró su gira visitando Montana, Florida, Georgia y Tennessee, estados en los que tiene muchos seguidores que votaron por él.
¿Qué tiene Trump para ganar?
El desempleo está en 3.7 por ciento, el más bajo en 50 años , la economía ha crecido y la decisión de recortar impuestos le ha atraído simpatías entre los votantes, pero su discurso incendiario y las posiciones extremas que ha tomado frente a temas como los inmigrantes, con la separación de las familias latinas, expulsando a los indocumentados y generando xenofobia.
Para muchos observadores su rechazo a los inmigrantes de países del tercer mundo ha movido a personas radicales a atentar contra la vida de opositores de Trump, como el Cesar Sayoc, un fanático seguidor del presidente, quien fue detenido como posible autor del envío de doce sobres bomba a importantes personajes del partido Demócrata y abiertamente críticos, entre los que se destacan Hillary Clinton, Barack Obama, George Soros, la cadena de noticias CNN y a figuras de Hollywood como Robert de Niro.
Y también al ataque armado contra una sinagoga en Pittsburg en la que murieron 9 personas algunos le han puesto los medios el sello de que se trata de una respuesta a la constante invitación del señor Trump, contra todo aquel que represente migraciones no deseadas en su territorio.
Gabriel Silva, ex embajador de Colombia en Washington señaló recientemente que estas elecciones “pueden cambiar el mundo porque si Trump pierde el control del congreso y se desmorona su gobernabilidad, las principales víctimas fuera de Estados Unidos incluyen al señor Putin y a otros países y actores que quisieran no ver a un Trump debilitado.
Terrorismo y migrantes
Estas elecciones como nunca en el pasado se han convertido en una tribuna para los amigos de Trump y sus detractores. De lado y lado se crean versiones que vaticinan peligros irreversibles para el país si ganan unos u otros.
Frente a la marcha de siete mil centroamericanos, en su mayoría hondureños, que tienen como meta entrar ilegalmente a Estados Unidos, ha generado toda clase de reacciones y la del propio Trump, que mientras para algunos ha resultado desproporcionada dice que si lanzan una piedra, el ejército, que ya envió a la frontera, les contestará con balas, mientras que lo que los radicales más racistas en ese país aplauden.
Entretanto quienes están en contra de esta postura creen que la marcha fue motivada a propósito y señalan a George por algunos republicanos que mediante noticias falsas lograron que se volvieran virales por redes sociales movilizar a esa masa, para que se vea como una amenaza a la seguridad nacional y es de ellos de los que su presidente los está defendiendo.
Para el ex canciller Rodrigo Pardo las elecciones del martes “no son de rutina, van más allá de si hay mayoría republicana o demócrata, dada la particular naturaleza del gobierno de Trump, las perspectivas del futuro de esa presidencia es la que está en juego y por eso se está hablando de bombas y de migraciones como determinantes”
Por ahora el partido demócrata está decidido a cerrarle el paso a la reelección de Donald Trump quien ya está preparando su campaña para el 2020, la posibilidad de investigarlo y hacerle un juicio para sacarlo del gobierno, las dejan en la nevera para sacarlas cuando les llegue el momento de la revancha.