El mandatario añadió que el hasta ahora comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza, Kevin McAleenan, será el secretario interino.
Trump había viajado el viernes a la frontera con México, donde busca que se construya un muro que se extienda por los 3.000 kilómetros límitrofes y aseguró allí que Estados Unidos “está lleno”, en alusión a los migrantes.
El presidente se queja habitualmente de la liberalidad de las leyes de su país en materia de inmigración y batalla en el Congreso para financiar la construcción del muro, una de sus principales promesas de campaña en 2016.
La policía fronteriza estimó en más de 100.000 las detenciones en marzo de migrantes que transitan por México pero provienen en su mayoría de Honduras, El Salvador y Guatemala. Se trata, según señaló, de la cifra mensual más alta en alrededor de 10 años.
En este contexto, el despido de la secretaria de Seguridad Nacional aparece como una nueva manifestación de la impaciencia del mandatario republicano ante lo que percibe como una falta de avances en uno de los temas más candentes de su gestión.
Separación de familias
La posición de Nielsen, 46 años, se debilitó en los últimos meses. En junio de 2018, la secretaria debió defender públicamente una muy criticada política de separación de familias de inmigrantes con la cual se ha dicho que ella discrepaba.
Trump debió dar marcha atrás ante el cúmulo de protestas que suscitó a nivel mundial esta práctica, consistente en separar a los padres migrantes de sus hijos con el fin de disuadir a los candidatos a la emigración de intentar alcanzar el territorio estadounidense.
Los demócratas interpretaron la partida de Nielsen como una nueva escalada en la política anti-inmigración del gobierno.
“Cuando incluso las voces más radicales de la administración no son lo bastante radicales para el presidente Trump, se ve claramente que perdió contacto con el pueblo estadounidense”, denunció Chuck Schumer, jefe de la bancada opositora en el Senado.
En los últimos tiempos, Trump multiplicó las señales de su voluntad de ir más lejos en materia de inmigración. Declaró, por ejemplo, una situación de urgencia nacional en la materia para lograr poderes excepcionales y obtener los miles de millones de dólares requeridos para la construcción del muro.
La última semana amenazó a México con un cierre puro y simple de la frontera, acusándolo de no hacer lo necesario para impedir que los inmigrantes centroamericanos atraviesen su territorio. Finalmente debió renunciar a esa idea ante las advertencias que le llegaron desde su propio campo sobre las consecuencias económicas devastadoras que podría tener una medida de ese tipo.
También en días pasados decidió remplazar a su candidato a la dirección de la policía anti-inmigración (ICE), Ron Vitiello, al estimar que no le daba suficientes garantías de firmeza. “Debemos ir en una dirección más dura”, explicó.
Nielsen se incorporó al gobierno de Trump en enero de 2017 como asistente del entonces secretario John Kelly.
Cuando Kelly se fue a la Casa Blanca como jefe de gabinete, en julio de 2017, Nielsen fue como su adjunta, pero un par de meses después estaba de vuelta en el Departamento de Seguridad Nacional, esta vez como secretaria.
Ahora se ha sumado al contingente ya muy nutrido de secretarios y altos funcionarios de gobierno que debieron abandonar sus funciones desde que Trump comenzó su mandato.