Con este anuncio se despeja el misterio sobre el paradero del exoficial, preso desde 2004.
Hasta este jueves solo una autoridad venezolana confirmó la liberación del comisario Iván Simonovis, y es el líder opositor venezolano Juan Guaidó.
Tras conocerse en horas de la mañana la impactante noticia de su “fuga”, solo hubo incertidumbre sobre su paradero, reforzada por las declaraciones de su esposa
María del Pilar Pertiñez y su abogado Joel García quienes aseguraron desconocer la situación del preso político más antiguo y emblemático de la “revolución bolivariana”.
Posteriormente, durante el mediodía, Guaidó provocó un suspiro de alivio a la masa opositora al asegurar en un evento público que Simonovis “no se escapó, lo liberamos”.
Agregó que, como parte de la “Operación Libertad” -que comenzó el 30 de abril con un fallido levantamiento militar-, se concretó el indulto firmado por él y aseguró que fue “ejecutado por fuerzas democráticas leales a nuestra Constitución tanto del Sebin como de nuestra Fuerza Armada Nacional”.
El Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) es la policía política del régimen de Nicolás Maduro. En su sede de El Helicoide el comisario Iván Simonovis estuvo recluido nueve años -en ese tiempo su familia se cansó de denunciar tratos crueles, como que el comisario solo vio la luz del sol en 13 días-, mientras que los últimos
seis transcurrieron para él en un arresto domiciliario en el que portaba, incluso,
un grillete electrónico.
El proceso en su contra fue uno de los más largos de la historia venezolana, con
más de tres años, en los que se le acusó de ser el autor intelectual de la muerte de dos venezolanos ocurrida en el golpe contra Hugo Chávez ocurrido el 11 de abril de 2002
y en el que fueron asesinadas 19 personas. Aunque nunca se logró probar su culpabilidad, fue sentenciado a 30 años de prisión.
Funcionarios del Sebin también fueron quienes liberaron de su arresto domiciliario a Leopoldo López el pasado 30 de abril y su director en ese momento, Manuel Cristopher Figuera, se alzó contra el régimen de Maduro y hoy se encuentra fuera de Venezuela.
Esta nueva fuga o liberación ocurre en la propia nariz de funcionarios del Sebin a solo dos semanas del levantamiento que dejó claro que todavía son profundas las fisuras dentro de ese cuerpo policial y levanta todo tipo de sospechas sobre quién habría permitido semejante movida.
Especialmente, tomando en cuenta que tras la deserción de Figuera, Maduro devolvió la dirección del Sebin al general Gustavo González López, quien había sido destituido del cargo tras la muerte en extrañas circunstancias del concejal Fernando Albán, mientras estaba recluido en la sede de ese cuerpo policial en Plaza Venezuela, también en Caracas.
La liberación de Simonovis coincide con la confirmación, tanto de la oposición como del régimen de Maduro, sobre la exploración para establecer un nuevo diálogo iniciada por el gobierno de Noruega y que habría dado sus primeros pasos en Oslo con reuniones por separado con las partes- a comienzos de semana.
Guaidó confirmó que por su interinato acudieron el abogado, ex diputado y ex alcalde Gerardo Blyde; el ex ministro Fernando Martínez y el actual segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional, Stalin González.
Por el régimen de Maduro acudieron el gobernador de Miranda, Héctor Rodríguez y el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez. Aunque Guaidó trató de moderar las expectativas a esta exploración de diálogo –“no hay ninguna negociación”, afirmó-
se esperaba para la tarde de este jueves otra iniciativa de conversación entre las partes en la sede de la Unión Europea en Caracas, a través del Grupo de Contacto.
“Reiteramos que cualquier iniciativa de mediación debe pasar por el cese de la usurpación, el gobierno de transición y las elecciones libres”, dijo Guaidó públicamente, saliendo al paso ante cualquier temor de que la negociación implique
el mantenimiento de Maduro en la casa de gobierno.
En estas instancias de negociación, el objetivo principal suele ser la celebración de un proceso electoral justo para resolver la crisis política en el país. Sin embargo, son muchos los obstáculos que hay en el escenario político, entre ellos, la existencia de un Consejo Nacional Electoral abiertamente plegado al oficialismo, igual que el Tribunal Supremo de Justicia.